Hace mucho quería ir, pero estacionar en esa plaza es una locura. Dejando de lado ese pequeño inconveniente, la verdad este lugar vale completamente la pena. Los clay pots vienen con una base de arroz blanco con un concolón divino y hojas de mostaza. Hay varias proteínas para escoger y se puede desde una porción hasta tres, con toppings adicionales. Los que probamos estaban deliciosos. Los baos con leche condensada de postre están riquísimos. El ambiente es relajado y acogedor y el servicio muy amable. Super recomendado.