Regresamos a este lugar que siempre nos brinda mucho cariño gastronómico en los momentos que mas lo necesitamos. Pero en esta ocasión, no se si fue porque estaba repleto de personas y no se daban abasto, pero la experiencia no fue del todo satisfactoria. Pedimos un pollo rostisado con acompañamientos de papas y zanahorias. Muy normalito. Realmente nada especial. Y las papas dejaron mucho que desear. El personal se veia como desorientado. No estaban atento a las necesidades de los comensales. Quiero creer que tanta clientela fue overwhelming para los colaboradores, pero realmente deben de ser mas rigurosos porque es alli donde una formula ganadora se va a fondo.
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