Visité el restaurante Casa Catedral en el Casco Antiguo para almorzar. Llegamos tipo 12:30 y tuvimos que esperar hasta la 1 pm que nos tomaran el pedido, porque antes solo sirven “brunch”, que en realidad es un pequeño menú de desayuno y no había otro cliente en el lugar más que nosotros 2, decidimos esperar. El mesero parecía nuevo y aunque muy amable no tenía conocimiento alguno del menú. La comida estuvo bien, el sitio decorado muy bien. Tienen mucho que mejorar.