Se me había olvidado este restaurante y regresamos para el día del padre. A pesar de que estaba full, todas las mesas ocupadas, la atención no decayó ni una vez, punto extra por eso. Yo pedí dos entradas, el ceviche frito y los camarones al ajillo, buenos ambos. El papá pidió el cordero, le gustó, no le pareció outstanding, pero le pareció bien. Nuestro otro comensal pidió el salmón y le gustó mucho.