Pequeño y acogedor restaurante, muy italiano. La atencion de Don Vittorio (propietario) y todo su equipo excelente (Zuleima/Diana). Los platos riquisimos, destacandose la burrata & prosciutto (alucinante), la lasaña, la pizza y las pastas caseras. Ahh no deje de probar los dolci; Tiramisu y Panacotta.