Este restaurante, que podría pasar desapercibido a simple vista, es una joya por descubrir en el panorama gastronómico de Panamá. La creciente influencia de la exquisita cocina griega se hace evidente en cada bocado que ofrece este lugar. Mi primera incursión fue rápida, mientras estábamos en un tour de los museos cercanos, pero quedé cautivado al probar la Moussakas, sin saber realmente qué era, ¡y me encontré inmerso en una sinfonía de sabores! Para acompañar, una limonada refrescante que fue el complemento perfecto. ¡No puedo esperar para volver y explorar más de este oasis de delicias griegas!