Pedimos el plato insigne el Louisiana bowl. Nos pareció de muy buen sabor, sin embargo algo pequeña la porción para el precio. El servicio es atento pero un poco lento, tuvimos que pedir el agua varias veces para que la llevaran a la mesa. Otra cosa que nos sorprendió es que nos pusieron una cucharilla plástica para comer este plato, un utensilio nada práctico para romper las cáscaras o caparazones. No nos pusieron servilletas si no una que venia en la bolsita junto con la cucharilla. Definitivamente un sitio con mucho potencial pero deberían que corregir esos detalles para que la experiencia sea mucho mejor