En el corazón de la ciudad, hay un tesoro escondido que se llama Tu Fresca Langosta. Aunque puede parecer un desafío encontrarlo, te aseguro que es fácil de localizar y vale totalmente la pena la búsqueda. Una vez dentro, te recibe un ambiente cálido y acogedor, perfecto para los amantes del marisco. Las porciones son abundantes, garantizando que saldrás satisfecho sin importar el tamaño de tu apetito. Cada plato que probamos fue una delicia, pero debo destacar la langosta, que estaba excepcionalmente buena. Es evidente que la frescura es una prioridad aquí, y el sabor lo demuestra. Tu Fresca Langosta no solo es un festín para el paladar, sino también para el bolsillo. Ofrece una experiencia culinaria de alta calidad a precios que no te harán dudar en volver. Sin duda, es un lugar que recomendaría a cualquier persona que busque disfrutar de los mejores sabores del mar.