Vine a un lunch date con mi esposo… no se si nos toco el cambio de turno de el equipo de servicio pero nos fue super mal. El servicio del vino fue nulo, ( le toco a mi esposo pararse por la botella- ya que tampoco se puede tener la hielera al alcance) al igual que el agua… se les olvido comandar los últimos dos platos (lo creemos por el tiempo de espera) y cuando los quisimos cancelar, nos dijeron que no era posible porque estaban en “proceso”. En total, una experiencia lamentable para un restaurante que no fallaba.