Me recomendaron este restaurante por su ambientación Otaku, pero creo que eso es lo único a destacar. Por una entrada de cinco croquetas de salmón (con un tamaño de canicas) te cobran 7 balboas. El plato fuerte, un yakisoba mixto de 16 balboas, viene en un bowl del tamaño de un sancocho del Pio Pio. No lo sé, pero pagar casi 25 dólares por una comida cuyo sabor y porciones no fueron excepcionales me parece una falta de respeto al cliente. En positivo si debo destacar la atención de las meseras que siempre estuvieron atentas y amables. En lo personal considero que en Panamá hay otros restaurantes de comida asiática que, por el mismo precio, te dan mayores porciones y no te vas con hambre. Lamento que mi opinión sea tan severa, pero más nunca volvería a este restaurante.

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