Me aventuré a conocer el “nuevo” restaurante Adama. Espectacular decoración y ambiente. Todo meticulosamente escogido para ser del agrado de los comensales. Pero al mirar el menú, algo me decia que esos platos ya los habia oido antes. Y cuando llegaron a la mesa, todo hizo sentido. Hay platos nuevos, pero hay muchos que son emigrados de la carta de La Papa, restautante que marcó un momento en la oferta gastronómica de la ciudad. Sinceramente pensé que los cambios iban a ser mas de fondo y forma que sólo esteticos. Me equivoqué. Nice y todo, pero been there, done that.