Comencemos por lo bueno del local, tiene muy buena atención, se nota que les importa sus comensales, están pendiente de que no falte nada. La comida está rica, se ve tal cual como en la foto así que no se sentirán decepcionados, los precios son accesibles para este tipo de comida que suele ser alto para la calidad que ofrecen. Yo pedí una Rice Sushi Burger porque estaba antojada hace rato y no decepcionó, pero solo asegúrense de que no los “empalague” el exceso de fritura porque tanto la burger y los acompañantes son fritos. Mi acompañante pidió un ramen tonkotsu y estaba bueno también. De entrada pedimos unas croquetas de cangrejo y creo que fue el highlight de la noche. Nada más con esos 3 platos nos llenamos y no pudimos pedir el tiramisú de matcha pero volveré 100% a probarlo. Lo malo no es del local sino de la plaza donde está el local, no hay parking nunca. Dimos dos vueltas y estaba llena la plaza. Tuvimos que estacionarnos en la calle rogando que la acera mal pintada no sea amarilla. Del resto, buena experiencia culinaria!

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