Como va demasiada gente el ambiente es ruidoso y los saloneros no pueden dar atención a cada mesa, mas que pasar con los platos rápidamente. La comida es rica y variada, lo que más me gustó fue un nuevo plato que parecen torrejitas de bollo que son chiclosas, rellenas de carne molida, y las carimañolas chinas son super ricas y crocantes.