Aprovechando la visita de una compañera de clase con su pareja, decidimos reunirnos. Ella me pidió de organizar un almuerzo para una fecha específica y ver con el grupo de compañeras quienes podrían asistir. Le propuse este restaurante cuya comida italiana es muy buena. Me dijo que estaba de acuerdo. El dichoso día llegó. Fuimos 10 en total. Pasamos una linda velada recordando los viejos tiempos y disfrutando de la deliciosa comida. Todas, sin excepción, estuvieron contentas con su plato de preferencia. Además, ellas estuvieron contentas con el servicio y la atención. El joven que atendió nuestra mesa fue Esnader. Además, la Encargada siempre pendiente de nosotras y me preguntaba si todo estaba bien. ¡Eso si es servicio!

• 
• 
• 
•