Ame la decoración y sobre todo la gran amabilidad de todo su personal, desde el chico del valet parking hasta los meseros. Por cierto, un súper plus es que el valet no tiene un costo, solo propinas si te nace!! En cuanto a la comida, fui a desayunar con unas amigas y todo estuvo rico, pero si esperaba un poco más de sus famosas donas de Pistacho…no las sentí así como para romper la dieta jeje! Quede con ganas de volver pero para probar sus almuerzos y papas trufadas que las vi casi que en todas las mesas!!