Nos dijeron que este restaurante había sido remodelado recientemente. Como mi hermana, que vive en el extranjero, quería almorzar allí y es por eso que fuimos. Todos los días tienen un menú. Preguntamos cuando tendría la SOPA DE PATA y el MONDONGO y dijeron que los martes. Mi hermana pidió el Gallo Pinto y le gustó muchísimo. Tres de nosotras pedimos la Chuleta de Cerdo al Carbón y estaban ricas y calentitas, ya que te lo sirven en un plato “sizzling”. Te dan día pedazos. El servicio y la atención muy buena.
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