Este lugar tiene algo mágico, no sabría cómo explicarlo, pero es como dejar de estar en el país y transportarte directamente a un izakaya en Japón. El servicio merece mil estrellas, la comida siempre perfecta y las cervezas frías y deliciosas.
Este lugar tiene algo mágico, no sabría cómo explicarlo, pero es como dejar de estar en el país y transportarte directamente a un izakaya en Japón. El servicio merece mil estrellas, la comida siempre perfecta y las cervezas frías y deliciosas.
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