Es un lugar para celebrar un cumpleaños y/o llevar a cenar al visitante en nuestro país. Decorado alegre y abundante con elementos representativo de diferentes sitios de nuestro país. Ideal para tomarse fotografías. Tiene un show folclórico, divertido e inmersivo al punto que puede ser agobiante. La atención si bien fue algo demorada, la sentí atenta; no tuve que pedir vasos con agua para que los sirvieran. Solo pedimos entradas, se me quedaron algunas sin fotografíar, estaban bien, no puedo hablar mal de ellas, se nota la intención de innovar, pero sin llegar a asombrarme. ¡Regresaré!