No había regresado a Rausch desde que se fue del area bancaria. Me gustó mucho el buen uso que han hecho de la propiedad con diversos ambientes en sus dos rooftops y un pequeño salón medio privado. Ese día que fuimos, el lugar estaba a "reventar"( una buena señal). Nos sentaron en el salón medio privado. Lo único que no me gustó fue el sonido en ese espacio subía y bajaba de volumen, haciendo que la música fuera en vez de agradable, estridente y molesta. La comida estuvo toda en su punto, bien ejecutada, condimentada y preparada. Nos gustó todo. La vista desde el rooftop es hermosa y el servicio estuvo muy bueno. Felicidades por el control de calidad de todo el servicio.