El lugar es bonito, pero con poco espacio y mucha gente, lo que lo hace algo incómodo. Probe un toastie clásico (muy bueno) con una mimosa de lavanda que estaba a temperatura ambiente :( y de postre un mouse de limón (muy bueno). Sin duda puedo asegurar que la comida es buena. El servicio no tanto, pero es por la cantidad de gente y el espacio, que no ayuda.