Cuando leí sobre la “Biggie Smalls” en Burgerweek quedé con mucha curiosidad. ¿Cómo quedará esta variedad de ingredientes juntos? De small solo el nombre, porque es un poco big. Su combinación de sabores es agradable, no compiten entre sí y se logran disfrutar en el paladar, excepto el blue cheese y el maní, no logre identificarlos, pero no me hicieron falta. La carne sumamente jugosa, sus jugos se deslizaba entre mis dedos acompañada Ku de trozos de aguacate, de la mermelada y la mayonesa; la cual literalmente, lo digo sin vergüenza, fue para chuparse los dedos. El dip de tocino, lo utilicé para bañar mis papas que estaban crujientes por fuera y suaves por dentro. Primera vez que salgo de la ciudad por una hamburguesa. Jajaja. Y no me arrepiento. Sus puntos débiles: el mobiliario requiere renovación o mejor mantenimiento y el edificio tiene un olor a humedad el cual afortunadamente desaparece con el olor a los alimentos, ¡claro! es un restaurante de un hotel en medio de la selva tropical, y su decorado se está quedando atrasado en el tiempo. El escaso personal presente estaba comprometido al 1000%. Pero su “Biggie Smalls” es altamente recomendada, vayan a darse su vuelta por Mulligan’s. Definitivamente lo haré para conocer el resto del menú.

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