La decoración del lugar está muy linda, solo hace falta un poco de noise control porque hay mucho eco ya que el local es grande (después de un rato el eco de voces agobia un poco jaja). El mesero que nos atendió es muy agradable. En cuanto a la comida, pedí el Ebi Roll y no me encantó, no sería un rollo que pediría otra vez, pero sin duda regresaré a probar otras cositas.