Es un restaurante con una fina decoración, ideal para una cena romántica. Sin embargo, un poco oscuro para mi gusto. Tiene una muy buena atención. Fuimos a comer con mi suegra por su cumpleaños. Yo ordené una porchetta crocante. Estuvo rica pero no sensacional. Pedimos cocteles que estan super ricos y un baked alaska de postre, rico también. Pudiera probar el restaurante nuevamente con otro plato.