Me da tristeza cada vez que voy a este restaurante. Usualmente voy por una ocasión especial porque se lo mucho que me encanta su comida. Sin embargo cada vez que voy la atención al cliente es peor. No soy experta para saber el por qué pero me huele mucho al pobre entrenamiento que se da al personal (meseras) y adicional las políticas casi ridículas que implementan. Fui el Domingo 25 de febrero por el cumpleaños de mi novio. Sabiendo como son, llevé todo desde el dulce, velas, fosforera, cucharas y platos. Cuando me ven con el dulce me dicen que cobran el “descorche”. Yo no soy ninguna ridícula por lo que no me parece mal. Pero al darme cuenta que el “descorche” no incluye ni la cortesía de guardar el dulce ni brindarnos aunque sea un cuchillo para cortarlo, me pareció realmente increíble. Las meseras fueron muy groseras, diciendo que no hay otro cuchillo disponible cuando claramente si tienen cocina y más de panes y dulces, es obvio que si tienen cuchillos para cake y recordando cada 5 minutos que se cobra el descorche. Cobrar un “descorche” en muchos restaurantes incluye un servicio algunos hasta te cantan cumpleaños o al menos te ponen los platos, aquí no solo no incluye nada sino que incluye groserías. Se les olvidaron 3 bebidas, trajeron todos los platos por separado, hay que recordarles cada 5 minutos lo que falta, no basta que las políticas estén mal hechas, sino que buscan otras formas de dejar al cliente insatisfecho. Definitivamente más nunca llevare a nadie y hablaré de estas pésimas experiencias con todo el que pueda para que no vaya a ir ni un segundo a este lugar. Éramos 12 personas en la mesa y ni una tuvo una buena impresión. Que experiencia tan desagradable en un día que se supone es especial.