En días pasados y después de algún tiempo, pasamos a Rino’s a celebrarle el cumpleaños a mi madre con un almuerzo. Pedí un fettuccine a la carbonara bastante rico y mi madre una lasagna en salsa blanca y gratinada, que aunque le gustó, se fue algo triste al no haber entre los postres, ni el cheesecake ni el pie de limón. Esperemos la próxima visita sea nuevamente una buena experiencia. Quedé con ganas de degustar otros platos, así que será muy seguro que regresaremos.