Fuimos este miércoles a cenar. La atención de los meseros buenísima, nada que desear. La sangría rica. De entrada pedimos un ceviche combinado tres ajíes, delicioso también. Mi esposo pidió un arroz callao que tenía QUÉ sazón criolla más rica. Yo pedí un risoto de langostinos que estaba en la sección ‘ítalo peruano’ y la verdad le hizo falta más lo de ítalo. El arroz no parecía ser arbóreo, no tenía una adecuada liga, cremosidad y parece que usaron mozarela en vez de parmesano, no lo volvería a pedir.