Me encanto el concepto del restaurante, oculto en una heladería y al pasar la puerta te encuentras con el local muy acogedor con una linda decoración de plantas, buen ambiente musical y con una atención de primera por parte de todos los colaboradores. La comida está bastante bien en relación precio y poción. Pudieran ampliar un poco más el menú pero de lo que pedimos todo estaba deli. Recomendado los nachos y las quesadillas.