Celebramos San Valentin en Cascomar, fue la primera visita a este restaurante y fue encantador. Todo fue perfecto, desde la atención de Ariadna, la sangría en su punto, las entradas, la paella de mariscos y la panna cota de maracuya increible! Mi esposo y yo concluimos que ha sido una de las cenas más memorables y sin duda queremos volver.