Anoche fuimos con mi señora a cenar al restaurante Madre Cuchina Casco Antiguo, ubicado en el corazón del casco histórico de la ciudad. El lugar es agradable, con una atmósfera acogedora y música suave. Sin embargo, la decoración y la distribución nos parecieron extrañas, con muchos objetos y colores que no combinaban entre sí, y mesas muy juntas que dificultaban el paso. La comida estaba buena, con platos típicos de la cocina italiana, bien presentados y con porciones generosas. El servicio fue lento pero amable, la persona que nos atendió se disculpó por la demora. En general, fue una experiencia satisfactoria, pero creo que podrían mejorar algunos aspectos del ambiente y la atención.