Fuimos a hacer algunas diligencias por el área de Amador. Al rato llegó la hora de almorzar y decidimos probar este restaurante. El lugar muy pintoresco con su decoración. Lo único malo es que no encienden el aire acondicionado hasta las 4:00 pm y es insoportable la calor dentro en pleno mediodía. Parecía una SAUNA… Tienen abanicos, pero los suficientes para un local tan grande. Pedimos entradas para degustarlos. Con la calor, no se nos antojó pedir platos fuertes. El servicio muy bueno.
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