La comida es deliciosa, pedimos la cremosa trufada y banana bread pancakes, platos resueltos, compartimos entre 2 personas y excelente. Si no estas interesado en beber nada en especial, de antemano te colocan una botella de vidrio con agua fría y puedes servirte al gusto. El ambiente es tranquilo, lugar sencillo pero acogedor. La próxima iré por un dulcito