Es un restaurante familiar con precios accessibles y buena comida. Pedí un Pho de res bien cocido, estuvo buenisimo. La atención por parte de los meseros fue fatal. Llegué al restaurante y solo había una mesa vacía, como vi que el señor frente a mi se sentó por su cuenta me senté en la única mesa vacía. Pasaron como cinco minutos y ningún mesero paso a dejarme un menú asi que le hice señas a uno para que me lo trajera y el muchacho refunfuñó y dijo que me lo traía en un momento, lo cual no hizo. Así que tuve que llamar al otro mesero y ahí fue cuando me dijo que esa mesa "no estaba disponible para atender", asi que me cambió a otra. Jamás se me dijo nada y ni me voltearon a ver en todo ese tiempo que estuve sentada en esa mesa, asi que no se como esperaban que me enterara. Revisando reviews vi que alguien menciono una mesa para "clientes preferenciales", asi que me imagino que es en la que estuve sentada; sin embargo, en la hora que estuve ahi nadie llegó a sentarse en esa mesa.

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