Fui con unas amigas a almorzar en este restaurante. Ellas son panameñas que viven en el extranjero. Cuando vienen al terruño, les gusta ir a probar las comidas de los restaurantes que amistades les han comentado. Si fuera posible, todos los días estarían comiéndonos en un restaurante distinto. Todo los platos fuertes que pidieron, sin excepción, estuvo a la total satisfacción de todas. El servicio muy bueno.
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