Llevé a mis nietos de 6 y 9 años y salieron diciendo que era el mejor restaurante al que habían ido en toda su vida. La animación de los dinosaurios y sus rugidos son espectaculares. Un lugar donde disfrutar el ambiente al igual que la comida. Pedimos el coliflor rostizado, la hamburguesa brontosaurio, papitas y jugo de naranja. Todo delicioso. No dejaron nada. Además la atención estuvo de lo mejor que me ha pasado últimamente.