El lugar es muy acogedor, pequeño pero agradable. La comida excelente. De entrada probamos el paté con mermelada de naranja en tostadas (fue lo que menos gusto), los chorizos argentinos y el ceviche de corvina estilo panameño (muy buenos). Para el plato fuerte, el filete a la pimienta (sabroso), la pesca del día que para el dia tenian róbalo (delicioso), la entraña (espectacular) y los langostinos Don Julio (riquisimos). Todo esto compás de un vino malbec muy bueno. De postre las crepes rellenas de helado (buenisimas) y unos churros (estos no nos gustaron). Para cerrar un cortadito. Es un lugar al que sin duda volveremos.