Antes de ir debes saber que este restaurante es kosher de leche y no te sirven res, cerdo ni pollo, solo pescado blanco y salmón, fui a celebrar un evento especial y la comida fue algo decepcionante. toda la comida estaba fría, pedimos unos raviolis y la masa estaba pesada y gruesa, nos dijeron que llevaba una salsa blanca y vinieron con una salsa roja igualmente pesada, la pasta con pesto de pistacho estaba desabrida, y nadie se la comió, los demás platos igualmente sin penas ni glorias, otra cosa fue que uno de los platos estaba astillado y cuando le dije a la joven ella no dijo nada. pedimos un postre que traía cheesecake pero era de pistachio, la verdad no leí si era de pistachio pero tenía una cobertura de pistachios y crema de leche que también me incluyó la cáscara de los pistachios, que sorpresa para mi boca. la verdad recomiendo que si no conoces este tipo de comida no es el mejor lugar para probarla. El servicio es excelente y el lugar alucinante pero debe haber un mix equilibrado entre estos 4 puntos “comida, precio, servicio y ambiente”