El ambiente del hotel es demasiado precioso, se siente una gran bienvenida cuando llegas. consultar sobre el tema del valet parking (algo costoso) En temas de la terraza, me pareció agradable y cálida, la mezcla entre naturaleza y la vista al mar es exquisita. En el tema de la comida, la comida del mar, tiene un sabor exquisito, y muy bien preparada, las guarniciones son excepcionales. La iluminación es tenue y bastante íntima pero a la vez, una gran lugar para disfrutar un rato agradable con familia y amigos. El postre cacao, fue toda una experiencia, y los sabores te hacen volar. Recomiendo 10/10