Hoy tuve la oportunidad de visitar el restaurante Dolce Vita en Villa Caprichosa en Taboga. Es una experiencia fuera de serie, un ambiente expectacular y de ensueño. La vista desde la terraza del restaurante combinada con la delicadeza de la atención y los platos del chef valen tener la oportunidad de degustarlos. Ordenamos pasta Fruti di Mari suculento, Filete de res Caprichosa fuera de este mundo, filete de pescado en salsa Menier y Risotto de espárragos y hongos; todo muy delicioso como para repetir está experiencia con mayor frecuencia. Y todo incluyendo las bebidas, plato principal y postre nos costó $42 por persona.