La Locanda era uno de mis restaurantes italianos favoritos única y especificamente para comer proteínas+ pasta y facilmente ibamos todas las semanas o por lo menos cada quince días. Sin embargo en esta ultima visita fue nuestra despedida total y completa del restaurante. Pedimos la usual entrada de pan con tomate y mozarella. Siempre ponían mozarella fresca. Me llevé una sorpresa non grata al ver que la mozarella era de esas de paquetitos individuales tipo empaquetados. Acto seguido nos llegan nuestros platos fuertes: yo me pedí un filete de res al grill con salsa aurora (rosada) y mi esposo un filete de pollo con su respectiva pasta. Ambas carnes (tanto el pollo como el filete de res) tenían una textura fatal, como si hubiesen hecho un formado de carne. La res era como un pedazo de plástico denso y lo mismo con el pollo y hasta peor. Nos quejamos con el camarero y el pobre solo supo responder que es el mismo proveedor de siempre. Que feo fue llegar con hambre e irse con hambre y con una perdida de tiempo y dinero. No regresaremos mas.