Fuimos cuatro personas y cenamos, aparte de probar la carta de cócteles. La comida estuvo bien, pero no fue la última experiencia gastronómica, sin embargo probé casi todos los cocteles y en su mayoría estuvieron muy buenos. Después de cierta hora como casi todas las terrazas, se hace un ambiente de fiesta y la gente baila con música alta y se pasa un rato muy chévere.