Un restaurante con un 1/4 de siglo de historia en Panamá que ha mantenido su menú original e incorporado nuevas estradas, platos fuertes y postres. La calidad se ha mantenido, lo mismo que la cantidad y lo impecable de sus presentaciones y excelente ejecución. Me encanta el menú físico inmenso con esa cantidad de fotos detallada del plato que te invitan a ordenarlo todo. Seguiremos regresando.