Fuimos el 1 de enero a la hora de almuerzo, en la entrada nos recibieron muy cordialmente. Luego de esto nos atendió un mesero que nos trajo agua y explicó como funcionaba el rodizzio. Lastimosamente luego esto básicamente desapareció, teníamos que rogar por agua, levantábamos la mano y nada, casi no nos traían cortes y la carne no es muy variada, tienen muy pocos cortes disponibles. El salad bar si está muy completo.
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