Comer en Nazca 21 siempre es un placer. No habíamos tenido la oportunidad de visitar su nueva locación en el Casco (muy cerca de la anterior) la cual mantiene el ambiente íntimo y autóctono del antiguo local. Los sabores y calidad de sus platos se mantiene y el buen servicio de su personal complementa una agradable degustación de los sabores del Peru.