Este es un lugar que aunque me paguen jamás volvería, una experiencia muy desagradable. Al llegar nadie para atender, al hacer el pedido el chico se sentó a echar cuentos en otro local mientras se fumaba un cigarro, al vernos tratar de ubicarlo aparece con una de las bebidas derretidas, otro rato esperando los ceviches y aparece con ellos oloroso a cigarrillo. Los platos son caros para lo que ofrece, porciones pequeñas que según el chico eran grandes. Puro jugo de limón y unas cuantas piezas. Definitivamente no volvería
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