Es un concepto muy americano para mi gusto. Pensé que por los precios sería más lujoso o acogedor el sitio pero no fue así. Para mi salir a comer en un restaurante es para disfrutar el lugar, la comida y la atención. Michel’s es pequeño, tiene una mala acústica y además del ruido de los comensales tienen la música demasiado alta para mi gusto. Desde que entré me sentí incómoda. La atención de la anfitriona que nos tocó no fue mala pero tampoco fue la esperada. Y por último dejo mis comentarios de los platos que degustamos. a mi hija le encantaron las tostadas francesas, mi esposo no le gustó mucho los huevos rancheros por la combinación de las tortillas que usan. y a mi el panameño no me encantó, fue como hacer mi desayuno en casa. El café fatal!!!! más leche que nada. Le cumplí el deseo de conocer este lugar a mi hija pero yo no volveré. Ahora bien, ustedes tienen derecho a ir por sus propias experiencias. suerte 🫶