Sólo habíamos estado ahí una vez y, sea el personal que los propietarios nos recordaban y nos dieron una calurosa bienvenida. La atención, como siempre, fuen finísima y el ambiente, muy agradable debido al decor y la música. Probamos los "Dwiches" (deliciosos) y el Tomahawk (inmenso) y nos sorprendió el bajo precio en relación con la calidad y las porcionesz lo cual, es poco común y se agradece 😅