Fuimos a almorzar una tarde a este restaurante y al inicio estaban un poco demorados para atendernos ya que el lugar estaba lleno, una vez tomaron la orden no demoro mucho en llegar... en un descuido mi hijo volteo un vaso de agua en mi Crepes y quedo como una sopa :) la mesera se dio cuenta y muy amablemente se ofrecio a llevarse el plato ya que no se podia comer tan solo habia probado un bocado, luego regreso con uno recien hecho y sin costo alguno! siempre fueron muy serviciales y atentos. Super recomendado el lugar!