Me di cita con una amiga para almorzar ligero en este restaurante. Ella no quería comer pesado ya que saldría a cenar en la noche con su familia. Pedimos unos emparedados y unos licuados. Antes, pedí un café americano ya que no me había tomado mi café del día. Nos hemos dado el gusto de conversar, poniéndonos al día ya que llevábamos meses sin vernos. Mis emparedados que pedimos estuvo a nuestra total satisfacción. El servicio bueno.
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