Una vez más decidimos reunirnos en Paladar para agasajar con una cena a las mamás de la familia y salimos satisfechos. A la comida y el servicio se unen las experiencias significativas que hemos acumulado ahí y que hacen de ese lugar una parte entrañable de nuestra historia familiar. Con los años hemos evolucionado y también el Restaurante Paladar. Felicidades.