La comida es buena, con porciones suficientes que dejaron a mi apetito satisfecho. Uno de los puntos destacados fue el happy hour, donde pude disfrutar de bebidas a precios razonables. Sin embargo, la música estaba a un volumen extremadamente alto, lo que hizo que la conversación fuera un desafío. El servicio fue aceptable. En general, si buscas una comida decente a precios asequibles durante el happy hour y no te importa la música alta, el Restaurante Palo e Mango Garden Spot podría ser una opción adecuada.